Algo se está moviendo en el mundo de la publicidad. El último anuncio de chocolatinas Cadbury no se parece a nada de lo que estamos viendo últimamente en televisión. Un gorila dejándose llevar por la música de Phil Collins, con un arranque en forma de película, sencillo pero brillantemente ejecutado. Un color morado inundando la habitación y un slogan: A glass and half full of joy (un vaso y medio de diversión). Algunos lo critican porque no le ven un concepto de venta muy claro. Es verdad. Pero como se afirmaba en el blog de Anuncios, tal vez estemos ante una segundo revolución creativa. La experimentación es la clave, aunque eso conlleve errores.
El anuncio impacta. A mí me gusta y no sólo por la canción.
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