miércoles, 17 de octubre de 2007

Procter and Gable y las telenovelas



Normalmente, la publicidad huele a publicidad. Es decir, vemos a kilometros de distancia que estamos ante un anuncio. Uno de los grandes retos que tiene ahora el ámbito de la comunicación comercial es el intentar no llamar tanto la atención, no "asaltar" al consumidor de manera imperativa. A la manera tradicional.

¿Y cómo se puede enmascarar la publicidad? Tenemos los adgames, tan de moda ahora, en los que se engancha al consumidor a través de la interatividad del juego. Pero, ¿por qué no crear contenidos? Eso es lo que ha debido pensar la potente compañía Procter and Gamble. Por eso, ha decido lanzarse en el proyecto de la producción de una telenovela. Se titula Crescent Heights y nos narra las peripecias de una joven que comienza su carrera universitaria de Relaciones Públicas en Los Ángeles. En total son 10 epidosios de unos 3 minutos para publicitar el detergente Tide e intentar meterse al público juvenil en el bolsillo.

La relación entre P&G y las telenovelas viene de lejos. De hecho, ha influido en el propio nombre del género, las denominadas "sopa operas" cuya traducción libre sería las "óperas de jabón". Empezaron a denominarse así porque, justamente, Procter and Gable era los patrocinadores de estos especios radiofónicos. Ahora se valen de Internet para lazar sus productos de una manera más sutil y divertida. Aquí está la clave: más que nunca, la publicidad debe olvidar sus parámetros clásicos para entrar en el terreno de la diversión. Sobre todo, si el público objetivo son los jóvenes. Desde luego, esta telenovela es un gran paso para ello.

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