Los Serrano se repiten. Su séptima temporada, que se estrenó ayer, regresó a la pequeña pantalla con varios de sus tópicos. Pero lo siguieron una media de 4.027.000 espectadores, un 23% de share, así que el equipo de esta serie se habrá levantado esta mañana contento.
Sin embargo, como digo, no es más de lo mismo. Repetición de tramas amorosas (ahora son Tete y Guille los que van a protagonizar el mismo triángulo amoroso de Marcos y Eva en su momento), el tema de la "mirada sucia" (Guille se trae una nueva novia de Marruecos así que su padre tendrá que vigilarle, como siempre), y el recurrente recurso del malentendido utilizado para crear una trama dramática (Diego deja sin pretenderlo plantada a Celia, su nuevo amor) y otra supuestamente cómica (Fito comete un error y crea una confusión entre las profesoras del colegio en torno a quién se queda con un piso de alquiler). O, como me comentaban ayer acertadamente un espectador, "lo más sorprendente de estas historias es que dos mujeres como Jaydy Michel y Natalia Verbeke se peleen por un hombre como Diego". Pues sí. Es cierto.
Así que parece que esta temporada no habrá muchas sorpresas en esta serie. Veremos que sentencia la audiencia...
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