miércoles, 16 de enero de 2008

¿Ficción o realidad?


Uno de los temas más recurrentes en la sociedad cuando se habla de la televisión en general es su "posible" influencia sobre los espectadores, especialmente, los más pequeños. En relación a las series de TV, existirían dos vertientes bien diferenciadas: por un lado, los que consideran que sí influyen (normalmente, de forma negativa) y, por otro lado, los que creen que las series no son más que mera ficción y que cualquier parecido con la realidad, no es más que mera coincidencia. Sin embargo, en mi opinión, me parece que la cuestión no es tan categórica y simplista.

Leíamos en las últimas semanas varios casos de denuncias de sectores de la sociedad hacia la incorrección de determinadas series, como es el caso de la comedia Escenas de Matrimonio de Telecinco por incitar a la violencia de género, la telenovela Sin Tetas No hay Paraíso por fomentar los estereotipos sexistas y denigrar a la mujer, y ahora es el turno de el Síndrome de Ulíses que ha sido criticado por el psiquiatra que acuñó este síndrome que pueden pareder los emigrantes porque le parece muy frívolo utilizarlo como nombre de una dramedia. Esta claro que los casos son distintos ya que no es lo mismo criticar el contenido de una serie que el título de la misma en el que debate se centra más en reconocer o no la autoría de este término. Sin embargo, creo que es interesante reflexionar hasta qué punto el contenido de una serie puede influir a la audiencia. Hay varias cuestiones que hay que tener en cuenta.

En primer lugar, la audiencia se acerca a estos productos audiovisuales en busca de entretenimiento, principalmente. Y, por lo tanto, no acude a estos textos audiovisuales para "educarse" en una primera instancia. En mi opinión, la función de la educación no tiene que ser la principal función de la ficción televisiva. Como digo, creo que debe ser entretener. Lo que sí se le debe exigir a la televisión es que no "malcríe" o "des-eduque" y, por lo tanto, hay que ver qué temas y personajes son los que se representan en las ficciones. Está claro que los medios no tienen unos efectos poderosos sobre la gente, desde el punto de vista de la manipulación, ya que, obviamente, estamos hablando de personas libres, racionales y reflexivas. No. Desde este punto de vista, la ficción televisiva no influye. Pero aquí hay una cuestión muy claro y es que son unos determinados temas (no otros) y representados de una determinada manera (y no otra) los que se exhiben en las series y, de esta manera, sí que pueden decirles a la gente qué pensar sobre determinados temas. Por lo tanto y desde mi punto de vista, no podemos negar que la ficción televisiva contribuye a configurar la cultura popular. ¿O es que acaso series como Friends no dicen nada acerca de amistad? ¿O series como Los Serrano, Cuéntame, Los Simpsons o Mujeres desesperadas no dicen nada acerca de la familia? ¿O Heores no nos habla de personas extraordinarias y Lost de personas perdidas en busca de redención? ¿A caso las series no nos hablan de nosotros mismos, de nuestros miedos y nuestros sueños?

Por lo tanto, sí me parece interesante las iniciativas de estas asociaciones por criticar e incluso pedir la retirada determinados de modelos representados en las ficciones televisivas, algo que, por otro lado, es una práctica que está más extendido en la publicidad.

No hay comentarios: