domingo, 13 de septiembre de 2009

La grandeza de Washington: The National Mall


Lo bueno de vivir en College Park (Maryland), es que estás a tan sólo a 30 minutos del centro de Washington DC en metro. Para los de aquí, Washington es simplemente downtown. De las ciudades americanas que he visto (ya van siendo unas cuantas), tal vez esta sea de las más habitables en el sentido amplio de su palabra, por su zonas peatonales y verdes avenidas.

Washington se construyó "a medida" para ser la capital de Estados Unidos en el siglo XVIII. El topógrafo L'Enfant que la diseñó escribió que esta ciudad era "el signo de que una gran nación va a crecer en este continente. En este momento, tenemos una oportunidad que ninguna nación se ha dado así misma. ¿Cómo puede América aspirar a menos que la grandeza". Así que grandioso es Washington, como ha aspirado siempre la nación que lo representa. El epicentro de la ciudad es su denominado National Mall, con el Capitolio como referente indiscutible, la voz del pueblo de su amada democracia. Es tal la importancia de este edificio que en Washington, la grandeza se eleva más que su altura: ningún edificio supera la altura del Capitolio, lo que se concreta en que ningún edificio tiene más de 12 plantas.

Con una longitud de 3 kilómetros, el mall es una larga avenida peatonal con cesped y, a los lados, se encuentra la mayor concentración de museos y monumentos del país. Todos los museos del Smithsonian son ¡gratis! Por ahora he visitado el American National History Museum (un canto a su país, bandera y valores), donde se encuentra la bandera conocida como Star-Spangled Banner. La historia cuenta que cuando los británicos atacaron Baltimore en 1814 en una batalla que duró 25 horas, el poeta Francis Scottkey, aturdido y conmocionado al ver esta gran bandera ardiendo, escribió los versos que inspiraron el himno americano en 1931, poema que termina con los siguiente frase en referencia a Estados Unidos: "the land of the free, the home of the braves".



En los 3 kilometros del mall se cuecen todo tipo de actos, desde culturales a políticos y reivindicativos. El primer día que fui, en la colina del Capitolio, pude escuchar un concierto de la filarmónica de la ciudad sobre canciones de películas. Ayer y aunque llovió de lo lindo el día anterior, tocaba del Día de las Familias Negras (recordemos que se calcula que en Washington, el 60% son afroamericanos), y cuando pasé por la mañana estaban ensayando para un gran concierto. Todos estos actos, se mezclan como digo, con los reivindicativos. Ayer tocaba, como no podía ser otra cosa, la renombrada reforma de la sanidad de Obama. Toda esta mezcla: la grandeza del capitolio y los monumentos, los museos que se encuentran en la avenida así como los actos culturales y protestas políticas hacen del mall, como mínino, un sitio peculiar y típicamente americano. Lo lúdico, lo político y lo cultural concentrados.

Esto me hace recordar la reflexión con la que uno de los periodistas de la PBS más famosos de la televisión, Bill Moyers, terminaba la semana pasada su programa. Al final de un debate intenso sobre la reforma sanitaria, Moyers, en su monólogo, se preguntó si su país seguía siendo grandioso: Are we still great?. A lo que se respondió: I think we are still the best show on earth. Sí, mejor no lo podía resumir. Otra cosa no sé, pero espectáculo, no les falta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena la reflexión. Sh.