Más allá de la noche que me cubre negra como el abismo
insondable, doy gracias a los dioses que pudieran existir por mi alma
invicta.En las azarosas garras de las circunstancias nunca me he lamentado ni he pestañeado. Sometido a los golpes del destino mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.Más allá de este lugar de cólera y lágrimas donde yace el Horror
de la Sombra, la amenaza de los años me encuentra, y me encontrará, sin miedo.No importa cuán estrecho sea el portal, cuán cargada de castigos
la sentencia, soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma.William Ernest HenleyAparece en la película Invictus
jueves, 11 de febrero de 2010
Invictus
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1 comentario:
Hacía tiempo que no veía a la gente tardar tanto en levantarse de la butaca al terminar una película...
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