miércoles, 9 de julio de 2008

La fortaleza del personaje: Dexter

Ando un poco retrasada este año viendo las nuevas series que nos vienen de EE.UU. Hasta el punto de que incluso todavía no he visto los capítulos finales de la cuarta temporada de Lost. ¡Esto es lo que tiene vivir en una casa que no tiene Internet y depender de amigos o compañeros de trabajo que me pasen "la mercancía"!

Pero justo este fin de semana he terminado de ver la segunda temporada de una serie que me parece bastante reveladora. Me refieron a Dexter. Tengo que reconocer que al principio, aunque la calidad de la producción era patente, lo que más me gustó era la propia idea central de la serie: conocer a fondo la mente y sentimientos de un asesino en serie de asesinos. Hay que reconocer que la vuelta de tuerca era interesante. Pero ha sido la evolución del personaje protagonista, que se ha materializado en este segunda temporada, lo más valioso de este serie. Un personaje complejo, construido perfectamente, que lo hemos ido conociendo a lo largo de los episodios hasta llegar incluso a conseguir lo que la frase promocional de Cuatro vaticinaba: Es malo, pero te gustará. ¿Cómo se consigue, entonces, presentar un personaje de esas características y conseguir ese efecto en la audiencia? Me parece que por varias razones.

En primer lugar, por el gran conocimiento que tenemos del personaje tanto de su pasado como de sus sentimientos presentes. Sabemos mucho de él. Esto se consigue a través de dos técnicas: el flashback y la voz en off. Los flashbacks, unos recursos muy difíciles de utilizar correctamente en las narraciones audiovisuales, están perfectamente enlazados en las historias de esta serie. En concreto, sirven para que el espectador conozca los orígenes de Dexter, sobre todo, la relación con su padre, quien de alguna manera fue su mentor. Por otro lado, también interesante es el recurso de la voz en off, que nos va revelando los sentimientos confusos y profundos de este personaje que, poco a poco, se va humanizando y ganando en complejidad.

En segundo lugar, Dexter es un personaje que evoluciona de una manera pausada pero firme al hilo de los acontecimientos que le van sucediendo. Algo que hace creíble lo que acontece en las narraciones y que pocas veces ocurre en televisión. Porque los personajes son sobre todo el resultado de sus acciones. También es significativo el elenco de personajes que acompañan al protagonista y que sirven de contrapunto. Hay que destacar sobre todo a tres en este segunda entrega de Dexter: Lila, Rita y el policía-compañero que sospecha de él, el sargento Doakes.

Además, hay que señalar el cierre de cada arco dramático de las temporadas. Si en la primera lo protagonizaba el llamado "asesino del hielo", en la segundo temporada tiene su centro con el propio Dexter: los cuerpos de sus víctimas han sido descubiertos y toda esta segunda temporada es la búsqueda de quien ha sido bautizado por la prensa como "El carnicero de la Bahía". Estos finales de temporada son auténticos cierres y no dejan abierta una trama, si no un cambio en el personaje que hace que la audiencia espere con ansia cómo va afectar esos cambios en el personaje.

Mucho más se podría hablar de esta serie. Para quien la quiera ver, recordad que se emite los lunes a las 22.15 por Cuatro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! Esta serie de inicio era muy difícil de "creer", pero es tan buena (especialmente el guión en mi opinión) que acabas empatizando nada menos que con un asesino en serie!

Y cómo explicación no sirve simplemente el que Dexter sólo "mate a gente mala", es que todo está explicado. Y además Dexter se va humanizando con cada capítulo y temporada.

Saludos, buen blog.

Anónimo dijo...

Sí, es verdad. El hecho de que se vaya humanizando es importante para que la gente empatice con él y nos acabe "gustando".

El debate está abierto: si descubren a Dexter en algún momento, ¿nos sentiremos tristes por él o estaremos contentos de que hayan pillado al asesino?